¿Qué son los miomas uterinos?
Los miomas uterinos: Aquí te damos toda la información necesaria. Bajada Los miomas uterinos reciben muchos nombres: Leiomiomas, miomas, miomas uterinos o fibromas pero, ¿qué son exactamente?
En pocas palabras, los miomas uterinos son crecimientos benignos del tejido muscular dentro y alrededor del útero. Esto significa que no provocan cáncer, tampoco suelen ser razón para preocuparse.
Casi el 80% de las mujeres desarrollarán uno o más miomas uterinos en algún momento de su vida. También es muy frecuente vivir con miomas sin darse cuenta. Sin embargo, dependiendo del tipo, el tamaño, el número y la ubicación, pueden causar síntomas como sangrado abundante y menstruaciones largas, dolor pélvico, ganas frecuentes de orinar o estreñimiento. La buena noticia es que, en caso de presentar síntomas, ¡existe tratamiento!
Aprender más sobre los miomas uterinos puede ayudarte a descubrir si tienes uno, así podrás buscar ayuda profesional a tiempo. Veamos qué tipos existen, cuáles son sus causas y qué tratamientos existen para ayudarle a combatir los síntomas.
Tipos de miomas uterinos
Estos miomas se desarrollan cuando una célula muscular del útero se clona y expande. Empiezan siendo pequeños y, si no se tratan, pueden adoptar formas y tamaños diversos: uno puede ser más pequeño que una semilla o más grande que una toronja. Los miomas se denominan así en función de su localización en el útero, ya que pueden crecer en el exterior (subserosos), dentro del tejido de la pared (intramurales) o en el interior (submucosos).
Cada persona es única y, por lo tanto, los miomas pueden crecer en distintos lugares y en diferentes cantidades en nuestro útero. Si sospechas que puedes tener alguno, no hay nada malo en buscar ayuda profesional y hacerte un chequeo.
Aprende aquí más sobre qué estudios deben realizarse las mujeres a lo largo de la vida para mantenerse saludables.
¿Cuáles son las causas de los miomas uterinos?
Aunque no hay estudios clínicos para demostrar qué los provoca, las investigaciones indican que las hormonas, la genética y la dieta podrían desempeñar un papel importante en el crecimiento de los miomas uterinos.
Hormonas: Hasta ahora se sabe que las hormonas como el estrógeno y la progesterona tienen una gran influencia en el crecimiento de los miomas uterinos. Según la fase hormonal del ciclo menstrual en la que te encuentres, los miomas también pueden aumentar o disminuir su tamaño debido a las bajadas y subidas de estrógenos y progesterona. Dado que estas hormonas son producidas por los ovarios durante el ciclo, los miomas tienden a reducirse después de la menopausia.
Genética: Algunas personas son más propensas a desarrollar miomas que otras, y la genética puede ser la razón. Si tu abuela, madre o hermana tienen antecedentes de miomas uterinos, hay más probabilidades de que también los desarrolles.
Dieta: Lo que comemos también puede desempeñar un papel importante en el crecimiento de los miomas uterinos. Por ejemplo, consumir alimentos que contienen estrógenos de origen vegetal, como el tofu y los productos de soya, comer mucha carne roja, beber grandes cantidades de alcohol y no ingerir suficientes frutas y verduras podrían ser factores contribuyentes.
¿Cuáles son los síntomas de los miomas uterinos?
Los síntomas varían de una persona a otra. Mientras que algunas de nosotras puede que nunca experimentemos ningún signo (y sólo los descubramos después de ir al médico), otras pueden tener dificultades teniéndolos. Los síntomas más comunes son:
- Dolor pélvico y sangrado menstrual abundante, que puede provocar anemia o la necesidad de una transfusión de sangre.
- Presión en la vejiga, que hace que orines con más frecuencia de lo habitual.
- Presión en el recto, que provoca estreñimiento y dolor de espalda.
- Distensión abdominal
Si experimentas alguno de estos síntomas, ¡es momento de consultar a un especialista! Lo más probable es que pueda detectar algo desde el principio y aconsejarte un plan de tratamiento personalizado, que te permite controlar mejor los síntomas y vivir libre.
¿Cómo se siente el dolor de los miomas?
Vivir con miomas uterinos se puede sentir como cuando la pasas mal durante tu periodo menstrual, con calambres dolorosos y dolor de estómago o de espalda baja. Como puede ser difícil saber si el dolor que sientes está directamente relacionado con los miomas, siempre es buena idea consultar a un médico.
Miomas y sangrado abundante: ¿qué hacer?
El sangrado menstrual abundante puede ser una experiencia bastante angustiosa, y es uno de los síntomas habituales de los miomas uterinos. Recuerda que no estás sola y que hay muchas formas de controlarlo.
Desde toallas y tampones de alta absorción hasta calzones y copas menstruales, existen varios productos de cuidado íntimo que se adaptan a tus necesidades y te ayudarán a sentirte más cómoda y protegida. Configurar una alarma en el teléfono para que no olvides cambiarte de producto también puede ayudar a controlar todo ese flujo.
¿Afectan los miomas a la fertilidad o al embarazo?
Aunque descubrir que tienes miomas uterinos puede parecer alarmante, no te preocupes, sólo en casos muy raros se sabe que hayan causado problemas graves de fertilidad o embarazo.
Si presentas síntomas de miomas uterinos, habla con tu ginecóloga, ya que hay formas de evitarlos mediante tratamientos de fertilidad y operaciones quirúrgicas si es necesario.
Compartir lo que sientes y estás atravesando con tu pareja, seres queridos, familiares y amigos también puede ayudarte a aliviar la ansiedad que puedas sentir; intenta recordarte a ti misma que los miomas uterinos son muy comunes y que pueden tratarse.
Miomas antes y después de la menopausia
Pasar por la menopausia es un proceso tan natural como el inicio de nuestro ciclo menstrual. Y aunque tienen mala fama, también tiene sus ventajas. Los miomas uterinos necesitan hormonas para crecer, concretamente estrógenos y progesterona. Después de la menopausia, nuestro cuerpo disminuye drásticamente la producción de estas hormonas, reduciendo así el riesgo de desarrollar nuevos miomas. Los miomas uterinos preexistentes también tienden a reducir su tamaño y a causar menos síntomas.
Tratamiento para miomas
No existe un tratamiento único para los miomas uterinos, ya que el organismo de cada persona es único. Si los miomas no provocan ningún síntoma, puede que ni siquiera sea necesario un tratamiento. Pero si te causan molestias, existen varias opciones que puedes comentar con tu médico para encontrar el mejor plan de tratamiento.
Medicación para miomas
Ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios y las píldoras anticonceptivas, pueden ayudarte a tratar los síntomas de los miomas uterinos, como los dolores, el sangrado abundante y los cólicos. También existen medicamentos para reducir el tamaño de los miomas; sin embargo, considera que no ayudan a eliminarlos por completo.
Extirpación quirúrgica de miomas
El tratamiento quirúrgico de los miomas uterinos depende de varios factores, como el tipo, el tamaño, el número y los síntomas que estén causando. En muchos casos, la cirugía puede no ser necesaria. Pero si un profesional médico lo aconseja, sobre todo si los miomas obstaculizan el embarazo, se puede hacer una cirugía no invasiva llamada miomectomía. Este tipo de cirugía elimina los miomas manteniendo intactos el útero y otros órganos reproductores. En casos extraordinarios y graves la miomectomía no tiene éxito, entonces se hace una histerectomía, en la que se extirpa el útero por completo.
Vivir con miomas a simple vista parece desalentador, pero no tiene por qué serlo. Compartir tus sentimientos al respecto puede ayudarte a encontrar consuelo y apoyo, así que considera la posibilidad de hablar con tu médico, con tus seres queridos o incluso con otras mujeres que vivan experiencias similares. Recuerda que existen muchas soluciones y que buscar ayuda puede conducirte exactamente a lo que necesitas para sobrellevar mejor la vida con miomas uterinos.
Para obtener más información sobre el dolor y la menstruación, lee nuestros artículos sobre las causas del dolor y los cólicos menstruales para descubrir cómo aliviarlos.
Disclaimer médico:
La información médica en este artículo se proporciona sólo como un recurso de información y no debe usarse ni depender de ella para fines de diagnóstico o tratamiento. Consulte a su médico para obtener orientación sobre una condición médica específica.
